Si se han dado cuenta éste último tiempo el blog ha tomado un camino mucho más personal y es que he cambiado del cielo a la tierra. Ya con tres meses desde la cirugía puedo decir que me siento casi totalmente distinta, si bien sigo siendo la misma persona he logrado descubrir nuevos aspectos que no tenía la más mínima idea que existían en mi.

Creo que es buena idea comenzar por decir que estoy pasando por el peor periodo tanto creativo como anímico, mi concentración está en quien sabe donde y esto mismo afecta a mi creatividad y ánimo, en resumen es estar con una flojera enorme casi todo el día. Pero no es el tema del post. 

Anteriormente les conté de la cirugía y mis primeros días de post operatorio, además les dejé la pregunta abierta si querían saber más de todo este proceso a lo que me respondieron que sí. Ahora si me siguen en snapchat -TereeVictoria- sabrán que he pasado de todo  y que les he llorado un poquito por ahí. En lugar de darme tantas vueltas mejor les cuento como han sido estos tres meses.

Para comenzar post cirugía -manga gástrica- estuve hospitalizada creo que dos días, para después irme de alta a mi casa y no salir en una semana, lo que fue horrible aparte de no poder recibir visitas para evitar cualquier resfrío por lo que pasé mi cumpleaños en compañía de netflix. De las comidas, en resumen pasé de consumir 100cc de líquidos a 200cc de papilla y ahora tres meses después estoy comiendo normal, pero como máximo 250cc porque mi estómago no da más. 

Ahora otra pregunta fue sobre el ejercicio y es algo que agregué a mi rutina diaria después de las sesiones en kinesiología en las que si sufrí y mucho. No se si fue por las bajas calorías que consumo a diario, pero volver a hacer ejercicio fue prácticamente una tortura y lo que mas me ha hecho sufrir del post operatorio, después de cada sesión era como si me hubieran golpeado, pero no es la idea aburrirles con el sufrimiento que ya se acabó.

En resumen, creo que este post más allá de contar una experiencia -que básicamente es eso- quiero decirles que si piensan en someterse a una cirugía para bajar de peso deben pensar mucho mucho mucho más allá. La imagen corporal puede ser algo súper delicado de tratar y tomar una decisión de entrar a pabellón debe ir mil veces más lejos de lo físico. En mi caso tenía un montón de enfermedades asociadas al sobrepeso -ejem, obesidad, palabra que aun me cuesta decir- y fueron años de luchar por mantenerme saludable, gimnasio, dietas eternas y estúpidas; todo sin resultado alguno y año tras año tenía un par más de kilos en mi.